Descansa Cristo de la Escuela

Por: Alfonso Morales
Fotografías Cortesía: José Maíca

El Señor es descendido de la cruz, la hora nona ha pasado, y todo es tinieblas, el cielo se ha encerrado, no hay luz de sol que alumbre la tierra, el Santo Cristo es llevado hasta un lugar donde su cuerpo reposara durante tres días, el dolor se siente en el alma.

Las 4 de la tarde del Viernes Santo ha llegado y la plazoleta de la Escuela de Cristo en la Antigua Guatemala se ve colmada de devotos que vestidos de negro esperan la salida del magno cortejo fúnebre. La matraca de pie se deja escuchar en lo alto del templo señal de que son pocos los minutos los que faltan para iniciar la procesión.


En el interior, se escuchan las sentidas notas de Cruz Pesada mientras el Sepultado se dirige hacia las calles empredradas de la ciudad colonial.

Esta es nuestra Fe, esta es la fe de la iglesia, asi se lee el mensaje al frente del anda del Cristo recién bajado de la cruz que ha sido depositado en su tradicional urna sevillana para que un viernes Santo más salga a las Calles a impartir su Bendición.


En el anda procesional, santos insignes como Santa Clara, San Francisco, el Santo Hermano Pedro, entre otros acompañan el cuerpo inerte del redentor entre sendas estructuras góticas.

La tarde es oscura, las nubes no se disipan y una fuerte lluvia amenza a la ciudad de las perpétuas rosas, siendo las 5 de la tarde con un aguacero, pero la fe siendo esta mucha más fuerte hace que se continúe con el cortejo procesional.


El punto más solemne del cortejo ha llegado, el parque central de Antigua Guatemala se ve completamente abarrotado, mientras los presentes portan en sus manos velas para iluminar el camino del Señor, la Marcha Fúnebre se escucha y el paso se hace más lento y cadencioso.

Transcurre la noche, y al parecer la lluvia no aparecerá más, sin embargo, al llegar al templo de la Merced, los goterones son más fuertes y en un abrir y cerrar de ojos una fuerte lluvia se deja sentir nuevamente sobre Antigua Guatemala.


Esta vez la lluvia es tan fuerta, que entre pesares, la hermandad del Cristo Sepultado decide retornar el cortejo al templo, son colocados los plasticos a las imagenes procesionadas, y sin precisar palabra, todos los fieles apoyaron el retorno de tan magnos cortejos.

Cuando el reloj marcaba la 1 de la madrugada, el Sepultado de la Escuela de Cristo se encontraba ya en  el interior del templo, pero aquí no terminaba todo.


Pues también el anda de María Santísima acompaña al Sepultado, pero debido a que no tienen ninguna otra protección más que colocarle un plastico para que que no se dañe la imagen, la lluvia es tan fuerte que los miembros del templo de la Merced abrieron sus puertas para darle rufugio a la imagen de María Santísima hasta que pasara la duda.

La procesión practicamente concluyo 2 horas antes de completar su recorrido procesional, al filo de las 3 de la mañana ya sin lluvia, el anda de María Santísima de la Soledad salio del templo mercedario rumbo a la Escuela de Cristo, concluyendo de esta manera un viernes santo muy diferente en Antigua Guatemala.