Por: Mónica Rodríguez
Jueves Santo
blanco, esplendido en todo sentido, tan esperado momento que el Nazareno de la
mirada hacia el frente saldrá a bendecir las calles de Guatemala.
Las 6:30 horas,
dieron paso al sonido del timbre, las notas de Una Lágrima posaron sobre los
hombros de 116 caballeros, el gratificante y anhelado peso de las andas.
La emoción de
ese turno se nota en cada mirada que recibía Jesús; “Camino a Emaús” era el
mensaje que nos evangelizaba, las escrituras al frente mostradas por ángeles y
en el centro del anda, la Consagrada Imagen de Jesús Nazareno de Candelaria,
con túnica de un color verde suave y
bordados de plata.
Seguido de la
Santísima Virgen de Dolores, bello conjunto como ya es tradición en Candelaria,
que el mismo color de túnicas portan Jesús y la Virgen, así como María
Magdalena y San Juan. Las andas, evangelizaban a su paso con el mensaje “orad,
para no caer en tentación”.
En esta
ocasión, las andas de Jesús y María tuvieron algunos cambios notorios que
embellecieron la procesión. El anda de la Santísima Virgen, fue agrandada y
este Jueves Santo se lució siendo portada por 92 hombros de devotas cargadoras.
Las andas de Jesús, fueron iluminadas en el faldón dándole un efecto tenue y
único de Candelaria.
La procesión de
la Dolorosa, estreno este año banderines de color rojo con un bordado del
escudo de la Asociación, los cuales fueron acompañando los estandartes de los 7 Dolores.
En el cruce del
Conservatorio, los mismos fueron cambiados por unos pequeños faroles que se iluminaban
con velas de cera, que también fueron estreno este año en la procesión. Estos,
se colocaron acompañando a los Dolores y también haciendo compañía en cada fila
a los costados del anda de la Santísima Virgen de Dolores.
El recorrido
procesional, fue ampliado hasta su retorno a la 1:00 am del Viernes Santo,
también sufrió un cambió este año, pasó frente al Santuario del Señor San José;
donde fue bien recibido por miembros de la Hermandad y como acto protocolario
se tocó la Granadera a su paso, tanto del Nazareno como de María Santísima.
La hora se
acercaba, el cansancio se sentía luego de un caluroso día en el que Dios
bendijo sin permitir la lluvia. A pesar del desgaste físico, saber que la
procesión ya estaba por hacer ingreso hacía inevitable el sentimiento de poder
sacar más fuerzas y dar todo lo mejor hasta que terminara la jornada de un
Jueves Santo.
La bendición de
ambos, al sonar de la granadera, puso de rodillas a los cientos de feligreses
que se congregaron a ver la entrada de la majestuosa Procesión de Jueves Santo,
las andas descansarán en las bodegas, las imágenes volverán a sus camerines, la
devoción quedará para siempre y el corazón a la espera de vivir un Jueves Santo
más acompañando a tan bellas imágenes.
Muy Bonito Articulo, sin duda el Jueves Santo es un dia anhelado por muchos y vivido al maximo, el jueves santo es de otro mundo un dia increible y majestuoso por que sale Cristo Rey,
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