Un Jueves Santo del Perdón

Por: Roberto Gómez

Al inicio de la Calle de los Pasos, en la empedrada Antigua Guatemala se encuentra el Templo de San Francisco el Grande, celoso guardián de innumerables tesoros y los restos del Santo Hermano Pedro de San José de Betancurth y es de aquí que cada Jueves Santo, sale a impartir sus bendiciones por las calles y avenidas de esta ciudad Colonial la Consagrada Imagen de Jesús del Perdón acompañado de su Santísima Madre la Virgen María.

Las andas que portan a esta Consagrada Imagen llevan el mensaje “Yo he vencido al Mundo” y son levantadas bajo los acordes de su marcha oficial Jesús del Perdón del ilustre maestro Manuel Antonio Ramírez Crócker, al salir de su templo y escucharse las notas de la granadera cada rodia de sus devotos toca el suelo para recibir la bendición, uno a uno se encomiendan a Dios dándole gracias que un año más tienen la dicha de llevar en hombros a tan venerada imagen antigüeña y pidiéndole que no los desampare en esta vida.

El atrio de este conjunto arquitectónico se engalana cada Jueves Santo para ser testigo de ese paso cadencioso de las andas de tan bellas imágenes y de la filas de morados cucuruchos que acompañan al Nazareno del Perdón y las devotas cargadoras que van al lado de la Virgen compartiendo el dolor de ver a su hijo cargar tan pesado madero. Es así como este cortejo procesional se enfila en la calles de la Antigua Guatemala para evangelizar a su paso a todo aquel que le observe.

En su barrio es recibido con alfombras multicolor que durante horas los vecinos elaboran cuidadosamente, esas muestras de arte que llevan una infinidad de aserrines de colores, otras de pino y flores, algunas con detalles en relieves, tienen un solo fin, darle gracias a Dios por todas la bendiciones recibidas, las borlas de incienso suben al cielo acompañando de las oraciones, todos estos olores se combinan haciendo que propios y extraños a nuestras tradiciones vivan con fervor el Jueves Santo Eucarístico.

Jesús del Perdón y la Virgen de Dolores se hacen presentes en el centro de esta Ciudad Colonial al filo de las 18 horas, pasando frente a la Santa Iglesia Catedral y el Palacio de los Capitanes, puntos en los cuales los observadores tratan de obtener el mejor sitio y así poder llevarse en sus cámaras fotográficas o de video la mejor toma de este bello Nazareno y de tan bella mirada de la Dolorosa Franciscana.

A su paso de retorno a su templo vecino salen a su encuentro y las muestras de cariño hacia esta imagen se hacen cada vez más notorias, el pórtico por el cual las andas que portan a Jesús del Perdón y a la Virgen de Dolores, dará de nuevo la bienvenida a su casa al lugar en el cual ven a cada uno de los que llegamos a pedir su intercesión por medio de estas imágenes de pasión.

La granadera suena, las andas hacen su ingreso y los morados cucuruchos y devotas cargadoras esperan que los próximos años Dios y la Virgen les permitan regresar y así acompañarlos en su piadoso recorrido por la Antigua Guatemala.