miércoles, 25 de abril de 2012

Rescatanos

Por: Sergio Osegueda

Horas nos separan de los días grandes, el tridúo pascual esta más cerca, la rutina se rompe, la ciudad empieza a vivir un silencio inusual, la afluencia vehicular ha descendido notablemente, y las calles se llenan de caballeros protando traje de calle y damas vestidas de negro.







Diria don Alberto Flores: "La temperatura del ambiente se torna sofocante", el calor no puede faltar el medio del miércoles santo, mientras que el templo de Santa Teresa empieza a abarrotarse al grado que su inmensidad se hace pequeña para el total de devotos que en su interior se encuentra.

Los nervios se ven en los organizadores, la santa eucaristía ha concluido, es entonces donde se escuchan las palabras emotivas de don Sergio Pérez, el miembro más antiguo de la asociación de devotos cargadores, que entre lagrimas agradecia al Nazareno de sus Amores poder estar allí un año más.







El turno de honor se alista suena el timbre y los presentes escuchan por primera vez en ese año las notas de inspiración de Isidro Arana, Jesús Del Rescate, mientras el nazareno Carmelita hace su egreso del templo.

Mientras las devotas, levantan en hombros a la Madre Dolorosa, a quien también don Isidro Arana le compusiera su marcha que solamente se escuchara el Miercoles Santo, Junto a La Cruz, y asi ir en pos de su hijo amado.







Transcurre una hora y el cielo se torna gris, la amenaza de lluvia se hace presente, pero sus devotos fieles no dejan el cortejo ni un solo momento, así Jesús del Rescate va pasando por las diferentes calles y avenidas del centro histórico, lugar donde se ha procesionado por más de 55 años.

Para esta ocación el mensaje: Vete a lavar a la Piscina de Siloé se puede leer al frente de las andas, haciendo referencia a la curación del ciego de nacimiento, en una alegoría que como dijera don Oswaldo Aquino (Q.E.P.D.) va entre piedras porque asi es nuestra vida, entre piedras, se muestra al nazareno de Santa Teresa, portando la túnica que utilizara en su consagración, misma que estreno hace 40 años cuando se efectuo este acto.






Metros atrás se observa a la dolorosa Carmelita, que nos presenta los implementos de la pasión del Señor, ataviada con una túnica y un manto azul bordado en oro también recorre las calles junto al nazareno escuchando a sus hijos clementes que hoy le acompañan.

La noche cae, y al cruzar sobre la decima calle y primera avenida se le rinde homenaje a aquel hombre que impulso tan magno cortejo procesional, don Oswaldo Aquino Coronado. la procesión sigue su rumbo, y al llegar a la octava calle y segunda avenida inician las comisiones especiales obtenida por los bancos del sistema guatemalteco, mismos que por tradición y siendo estos los grupos que en su momento ayudaron a sacar la procesión adelante tienen el privilegio de llevar al nazareno en hombros previo al retorno al templo.





El reloj puntualiza las 10:30 de la noche, y los alrededores del templo vuelven a abarrotarse esta vez para ver por ultima vez procesionarse la noche del Miércoles Santo a Jesús del Rescate mientras este imparte sus bendiciones.






El cortejo a concluido, algunos, presurosos van a sus casas, otros realizan una pausa frente al Nazareno y elevan una oración pues en pocas horas inicias las grandes jornadas, y solamente se piden fuerzas para continuar ese camino con Jesús que nos llevará a vivir con el su pasión y muerte pero por sobre todo su gloriosa resurrección.


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