La Jerusalén de
América, el misticismo y la devoción prevalecen en esta la Muy Noble y Muy Leal
Ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala, designada en 1979 como
Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, Antigua Guatemala. Y hablar de ella, nos transporta a las vías
procesionales de hermosos cortejos que
durante Cuaresma y Semana Santa atraen a miles visitantes de toda Guatemala y
turistas que se congregan a presenciar esta tradición popular tan arraigada.
El colorido de
las alfombras que engalanan las empedradas calles, atrae a miles de fotógrafos
admiradores de tan hermoso arte que viste de colores el paso de las andas. Y es
que, realmente la realización de las mismas, se ha vuelto un verdadero y
fantástico arte, magníficas ideas se han plasmado en este hermoso sacrificio de
horas y horas de preparación y realización, en donde cada participante con sus
manos manchadas de añelina o pino; quiere ofrendar lo mejor, para el mejor.
Habilidosos todos, al recrear en su mayoría, un mensaje bíblico.
Las calles son hermosos paisajes adornados con
ventanales coloniales que lucen largos cortinajes morados y blancos, corozo e
incienso perfuma el ambiente y deleita el olfato. El sol abrazador cae sobre
todos los visitantes, otras veces la lluvia, o el manto negro de la noche con
su viento friío; no importa… el clima nunca fue ni será motivo para faltar a la
visita.
Desde la Ciudad
Capital, viajan el Quinto Domingo de Cuaresma muchas personas a ver el paso del
Nazareno de las Tres Caidas, de San Bartolomé Becerra. Algunos, a cargar el
turno otros solamente por devoción a la imagen. No pasa por desapercibido,
aquel papá que en filas camina con su hijo en hombros, y algunos otros ya dando
sus pasos de penitentes junto a ellos; con su vestimenta morada acompañan al
Nazareno en su recorrido. La tradición de muchos es ir al frente de las andas
incensariando con los aromas a compuestos de incienso que portan. Ha hecho que
en ocasiones, incluso sean más de 3 cuadras que preparan y entre nubes de
incienso aparece el Señor en sus andas. Hacen alusión a las palabras de
Monseñor Julio Vian “Suba señor mi oración, como sube el incienso a tu
presencia”…
En las aceras
de las calles, esperando el paso de las andas, es un gran sentimiento
encontrarse con muchos ancianos que aún con sus limitaciones físicas,
enfermedades, cual sea el padecimiento que tienen, su fe los mueve más que una
silla de ruedas o un andador. Sus ojos, se llenan de lágrimas al observar a
aquellos cucuruchos que caminan en filas, esque han recordado, cuando aún ellos
podían hacerlo, cuando eran ellos quienes llevaban en sus hombros ese turno tan
esperado, cuando de la mano iban con sus hijos, quienes que ahora los llevan a
ver el paso, no importa que no pueden cargar, saben que su corazón siempre será
un corazón de cucurucho; fiel y devoto a su Señor.
La jornada de
un Quinto Domingo de Cuaresma, concluye cuando al filo de la media noche, Jesús
de San Bartolo, acompañado de María Santísima de los Dolores; bendicen las
calles llenas de alfombras de la Antigua Guatemala, que recibió a un paso
cadencioso al sonido de las marchas fúnebres, aquella que albergó a miles de
devotos que acudieron a recibir su
bendición y quienes ahora lo despiden. Regresa a su Aldea de San Bartolomé
Becerra.
Mas de alguno
derrama lágrimas de emoción, otros en un abrazo fraternal se despiden para
reencontrarse nuevamente y primero Dios, el próximo año frente a su templo y
escuchar una vez más las notas de Jesús de San Bartolo.
“ Cómo vas a
entender a quiénes hacen alfombras? Si nunca has visto cómo e nazareno pas en
una que tú hayas hecho…” extracto del poema “Cómo vas a saber” de Mario René
Martínez Chuy.
Muy lindas y nobles lineas! Exelente descripcion de lo que acontece un 5to domingo de Cuaresma!
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