La noche ha caído, el viernes de dolores esta por finalizar, y las calles de la zona 10 empiezan a dejar los vehículos atrás para dar paso a los devotos, a los fieles que se adueñan de esas avenidas, y llevan en sus hombros la imagen del redentor.

El reloj marca las 7 en punto, y las notas de la marcha de Carlos Díaz del Cid resuenan en el interior del templo de la Villa de Guadalupe y con la cual inicia un año más su recorrido procesional el nazareno de la Serena Mirada.
Con su vista al frente, y como cada viernes de dolores ha salido a recorrer las calles aledañas a su templo rompiendo con la rutina del área, recibido con alfombras, y altares para si poder meditar junto a la imagen el santo vía crucis.

Este cortejo procesional tiene como característica salir exclusivamente el día Viernes de Dolores, lo que ha venido haciendo desde hace ya varias décadas.

La procesión de la Villa, como es llamada, ha tenido diferentes variantes en su recorrido procesional en los ultimos años, ya que el mismo iniciaba a las 5 de la tarde ingresando alrededor de las 11 de la noche, en la actualidad sale en punto de las 7 de la noche y retorna a su templo al filo de la media noche.
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