jueves, 15 de marzo de 2012

El Espanto Entierro

 Por: Sergio Osegueda

Guatemala es muy rica en historias y leyendas, y la Semana Santa no podía ser la excepción, cuantas historias y leyendas no se han contado de nuestras tradiciones e imagenes, pero sin duda alguna hay una en particular que llama poderosamente la atención y es aquella atribuida al Señor Sepultado de Santa Catalina, llamada "El Espanto Entierro".

Cuenta la leyenda  que a mediados del siglo XIX habian en la Nueva Guatemala de la Asuncion cinco procesiones importantisimas y que procedian de tiempos inmemoriales y eran: La Procesion del Señor Sepultado de Santo Domingo, El Santo Entierro del Señor Sepultado de la Recoleccion, La Procesion del Cristo Yacente del Calvario, La Procesion del Señor Sepultado de la Parroquia Vieja y finalmente, La Procesion del Señor Sepultado de Santa Catalina, luego de la prohibicion de las procesiones,  hecha por  el gobierno liberal de Justo Rufino Barrios muchas procesiones vuelven a salir, no asi la de Santa Catalina, la de la Parroquia Vieja, se reduce a las calles aledañas al templo, mientras que las tres restantes mantienen el esplendor que siempre las caracterizo.  Volviendo al tema central, la leyenda, sucede que despues de tan triste acontecimiento, muchas personas que regresan a sus casas despues de ver las distintas entradas de los cortejos funebres, aseguran que en las inmediaciones del templo de Santa Catalina, se escuchan pasos de cucuruchos penitentes que van en alguna procesion, se encuchan marchas funebres y algunos aseguran que hasta se escucha el redoble de los marca-pasos y no ha faltado quien diga que vio al mismísimo Sepultado de Santa Catalina que iba en procesión, que en una imagen fantasmagórica se desvanecía ante la mirada atónita de los asustados transeúntes . Cuando las personas corren en vano hacia el punto de donde pareciera viene el sonido para buscar el sacro cortejo, este deja de escucharse en ese punto, para luego ubicar el sonido varias cuadras atras. En fin cuando la persona ya cansada de buscar, cae en la cuenta de que esta siendo victima de algun espanto. Cuando el susto ya ha pasado y se lo cuenta a una de las viejas personas del barrio, estas muy tranquilas responden: “Ah es el señor de Santa Catalina, que esta triste por que su procesion no sale mas…”.



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