lunes, 19 de marzo de 2012

El Gallito Se Viste de Gala


Por: Lizbeth Ventura

El tan conocido Barrio “El Gallito” se vistió de gala el pasado Cuarto Domingo de Cuaresma, pues sus calles volvieron a ser testigas de la fe y del cariño que muchos devotos le tienen a la Imagen de Jesús Nazareno Redentor del Mundo, del Templo de la Santísima Trinidad, ubicado en la zona 3 de esta Ciudad.

Emotivo y solemne fue el paso de Jesús y de la Santísima Virgen María por el Cementerio General, pues entre lágrimas y cantos el Redentor del Mundo bendijo a los fieles difuntos que descansan en sus tumbas, y bajo los acordes del canto popular “Aquí estoy mi Jesús, aquí me tienes”, las andas que portaron a Jesús se mecieron suavemente sobre los hombros de sus devotos. En ese instante el viento sopló de una manera distinta.

De igual forma realizó su paso la Santísima Virgen María, quien bajo las sentidas notas del canto popular “El Alma Humilde”, impartió sus santas bendiciones a todos los presentes y a los que ya partieron al más allá.

Esta procesión es una de las más concurridas por el pueblo católico guatemalteco, pues con el paso de los años ha ido incrementando su recorrido y sus devotos cargadores. Además en las afueras de las casas las familias acostumbran realizar huertos y altares en ofrenda al Redentor. Las muestras de agradecimiento se vieron plasmadas en hermosas alfombras hechas con amor para el Redentor del Mundo.

“Dejad que los niños vengan a mí, porque de ellos es el Reino de los cielos”, fue el mensaje principal, tomado del Evangelio según San Mateo 19; 13-15. En la parte de enfrente se observaban dos niños vestidos con túnicas en color blanco, símbolo de la pureza, además dos hermosos arreglos florales, en el Centro Jesús Nazareno Redentor del Mundo luciendo una hermosa túnica verde, sin ningún tipo de adorno. Y en la parte de atrás un precipicio con caída al mar, en donde se encontraba un hombre como en señal de que iba a lanzarse al precipicio, pues sobre el cuello tenía atada una soga con una piedra.

El mensaje de Jesús es que si alguno atentara contra uno de esos pequeños, más le valdría atarse una soga al cuello y lanzarse al mar. Pues como bien lo dice en su palabra, de los niños es el Reino de los Cielos.

El mensaje que se plasmó en las andas de la Santísima Virgen María, fue tomado del Evangelio según San Lucas 1; 42-43. Adelante se podía ver a Santa Isabel como en postura de reverencia hacia la Madre de Jesús, y se podía leer: “Bendita tú eres entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre”. Palabras dichas por Santa Isabel en el momento en que María fue a visitarle al enterarse que estaba embarazada. Seguidamente sobre un catafalco la Excelsa Reina del Cielo, revestida con una bella tunicela blanca y un manto verde. Atrás dentro de un portal muy bellamente elaborado, estaba Zacarías, padre de San Juan Bautista, esposo de Isabel, la prima de la Santísima Virgen María.

A eso de las cinco de la tarde el cortejo procesional hizo su paso por la Capilla de las Misericordias, en donde se despidió de la zona 1 para ingresar nuevamente a su barrio, ingresando a su Templo a las 21:00 hrs.

 Afortunadamente la lluvia no se hizo presente como en años anteriores, como aquel lejano 1998 cuando llovió muy fuerte y fue necesario que Jesús y la Virgen retornaran a su Templo, las alfombras se deshicieron y los devotos cargadores y los fieles que se encontraban allí presentes derramaron muchas lágrimas ante lo ocurrido.







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