Por: Sergio Osegueda
Se escuchan murmullos, pasos presurosos y un pequeño
templo completamente abarrotado, nuevamente los vecinos verán a su nazareno
recorrer las calles de sus colonias esperando esa bendición tan anhelada.
Son las 3 de la tarde y el templo de San José Obrero
vibra con las notas de Jesús de las Angustias de Pedro Donis Flores, señal inequívoca
de que las andas de Jesús Nazareno de las Angustias a sido levantada en hombro
un tercer domingo de cuaresma más.
Llamándonos a la fe en Cristo el cortejo procesional, nos
trae el pasaje del centurión quien con una gran fe puesto en el Hijo de Dios,
pide la curación de una criada, al que Jesús Responde, vete porque tu fe la ha
sanado.
Así también es acompañado por la imagen de la Santísima
Virgen quien nos viene a recordar que con una fe bien cimentada no importando
los dolores y las pruebas siempre hay una recompensa del altísimo.
Este cortejo procesional se caracteriza por no tener un
recorrido fijo todos los años, pues debido a la cantidad de solicitudes por
parte de los vecinos todos los años el recorrido cambia, eso si sin dejar de
pasar por las colonias Castillo Lara, Quinta Samayoa y Landivar.
Otro dato importante es que Jesús es procesionado en el
anda que alguna vez porto a Jesús de Candelaria y a Jesús del Consuelo, mueble
procesional que tiene ya más de 4 décadas de existencia y que conserva sus
acabados originales tal es el caso de las aves Ibis en cada esquina del mismo.
Tras recorrer las calles de la zona 7, donde las personas
desbordantes de fe salen al paso del nazareno el cortejo procesional vuelve a
su templo, ingresando a las 9 de la noche, en la cual el nazareno de las
Angustias ha dado su bendición un año más.
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