martes, 27 de marzo de 2012

Los Niños de Candelaria

Por: Mónica Rodríguez


La emoción se notaba en sus pequeños rostros, los niños ansiosos y emocionados esperaban aquel sábado 24 de marzo, la salida de su anhelada procesión Infantil.  Los padres, algunos de ellos vistiendo su ropa blanca o túnica morada para acompañarlos  en filas, y dándoles indicaciones a sus hijos, preguntándoles si memorizaron sus números de teléfono, corroborando la dirección del turno, arreglándoles la mantilla a las niñas o el casco a los niños; hidratándolos un poco para que puedan caminar en filas un momento bajo aquel sol abrazador que se dejó sentir. Algunos de ellos preparando también sus incensarios, como una ofrenda y una penitencia un año más, de poder hacerlo al paso de las andas del Nazareno y María Santísima.

Es totalmente admirable, que los padres puedan enseñar a sus hijos esa devoción tan hermosa hacia las réplicas de Jesús de Candelaria  y Virgen de Dolores. Es emotivo observar a muchos de ellos cargando con los ojos cerrados… Eso solo sus padres se lo han enseñado, está aprendiendo a meditar mientras cargan. Y no importa si su turno es de San Juan o ya sea de Jesusito o la Virgen, ellos  cierran sus ojitos  y en su mente recuerdan esa oración que antes de dormir mamá les ha enseñado.

Algunos de ellos, escuchando marchas fúnebres y en un juego de adivinanzas van diciendo los nombres hasta que al fin logran atinar que melodía se interpretaba, otros  , solo los vemos caminando en fila en silencio, observando a los demás y observando la imagen que va sobre el anda. Para muchos fue su primer turno, que aun que no dieron el alto mínimo para cargar, adquirieron su turno de aspirante y para su alegría recibieron un turno  para cargar la pequeña anda de 10 bracitos que portaba a San Juan Y Sta. María Magdalena, segundo año que acompañan en el cortejo y con el propósito de ser llevados en hombros por lo más pequeños.

Todos ellos con un mismo propósito, acompañar a sus queridas imágenes. Saben, que aunque son niños tienen la emoción en su corazón de ser grandes como su papá y ellas como su mamá, y poder seguir su tradición tan arraigada, que les fue enseñada y tanto amor le han tomado. ¡Qué sentimientos tan grandes para un pequeño!

A las 18:30 horas, con el viento frío que se comenzaba a sentirse, cayendo la noche y con ella 55 años se cumplieron de una Procesión Infantil más de ser semillero Candelareño fueron concluidos.  Jesusito de Candelaria, ingresa a su templo luego de un recorrido de casi 7 horas, la Marcha Fúnebre de Chopin y Una Lágrima, estremecieron el corazón de aquellos que con mucho honor portaron en sus hombros el Turno de Entrada, la mayoría de ellos siendo su despedida pues  tienen el alto suficiente para el próximo año cargar el Jueves Santo a Cristo Rey.

La Santísima Virgen de Dolores, asomó en la esquina, mientras San Juan y Santa María Magdalena hacían su ingreso al templo. Da la bendición a sus pequeñas devotas y se posa suavemente en los hombros de aquellas que tuvieron el honor de dejarla en su dosel, despidiéndose así  un año más de sus pequeñas cargadoras que la acompañaron en su recorrido…

Solamente queda esperar un año para volverlos a ver en las calles, por ahora, ambos descansan en sus doseles, los niños emocionados y tristes a la vez, toman de la mano a sus padres, rezan un Padrenuestro y un Ave María, se persignan al salir del templo y regresan a su casa…

Con sus corazones reconfortados porque un año más, asistieron a su Procesión Infantil de Candelaria. 









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