Más Allá de la Tradición

Por: Leticia Morales

Ahora que estamos frente a la cuaresma, que es parte de nuestra vida religiosa, fe y la esperanza, hablemos un poco de la SEMANA SANTA EN GUATEMALA.

Para algunas personas la semana santa da inicio el domingo de ramos, finalizando el domingo de resurrección, pero para otros la semana santa da inicio el miércoles de ceniza, cuando a eso de las 6:00 de la tarde la Parroquia Rectoral Nuestra Señora de los Remedios “El Calvario” se empieza a ver abarrotado de fieles cucuruchos y devotas cargadoras, esperando con ansiedad que la Consagrada Imagen de Jesús Nazareno de La Justicia sea levantada en hombros y así poder dar inicio a las actividades cuaresmales.

Sería bueno también recordar el verdadero significado de Semana Santa aun que como sus fieles feligreses debemos saber el significado de la semana mayor o mejor conocida como “Semana Santa, pero no esta demás mencionárselos, SEMANA SANTA es la conmemoración anual cristiana de la pasión, muerte y resurrección de nuestro Jesús de Nazareth, en la cual podremos observar numerosas muestras de religiosidad, procesiones, alfombras, rezados, visitas a los santuarios, penitencia, en fin cada uno de ustedes tiene su manera de recibir a Jesús en su corazón.


No podemos olvidar, que si bien es cierto las procesiones son manifestaciones de fe externo y nos ayudan a rememorar esos momentos de dolor y angustia así como la gloriosa resurrección de Jesús, la oración, la penitencia, el ayuno y sobre todo participar en la santa Eucaristía es parte de esa esencia que todo buen devoto cargador o feligrés debe de tener.


Quizá a muchos le habrá pasado que de niños nos gustaba sentarnos a conversar con nuestros abuelos para que nos contará alguna anécdota acerca de las procesiones en la época colonial, cuando sus recorridos lo hacían y lo siguen haciendo en las calles empedradas de  nuestra  querida Antigua Guatemala, para entonces las calles se visten de morado penitente dando así paso a los cortejos procesionales de diversos templos. Desde ese entonces hemos podido observas nuestras bellas imágenes recorrer las calles y ahora no solo en Antigua si no que también en la Ciudad Capital, por lo tanto no es de extrañarse ver a muchas personas reunidas en las afueras de sus casas, con una gran sonrisa en su rostro, con sus ojos llenos de lágrimas y un rosario en sus manos, sin importarles el sol que irradia en esos días realizando una bella alfombra ya sea de aserrín, frutas y flores, para poder darle así el recibimiento que se merece el nazareno de su devoción.


Una vez acabada esta época, empieza la espera para el año siguiente, quedándonos con la satisfacción de haber podido, cargar y acompañar a nuestro señor JESUCRISTO, y justo es en ese momento donde toda esta época de reflexión y arrepentimiento debe rendir sus frutos al haber pedido a Dios sabiduría para saber actuar y cambiar nuestros errores y que junto con Jesús dejemos enterrado el pecado y resucitemos con Él en una vida nueva.