Este poema fue inspiración de nuestro premio Nobel de Literatura Miguel Ángel Asturias, fiel devoto cargador de Jesús de Candelaria, al cual dedicara el siguiente escrito:
SOMBRA DEL CORAZON DE LA AMARGURA
Sombra de Corazón de la amargura
a tu rostro que aviva pulso cárdeno,
lirio inclinado bajo el viento, pesa
la cruz del viento.
a tu rostro que aviva pulso cárdeno,
lirio inclinado bajo el viento, pesa
la cruz del viento.
Tu rodilla sin fuerza es como cera
que se derrite al sol, se ve en la túnica,
lirio inclinado bajo el viento, pesa
la Cruz del viento.
que se derrite al sol, se ve en la túnica,
lirio inclinado bajo el viento, pesa
la Cruz del viento.
Del entrecejo, hendido por los juncos
de la tribulación, hasta los pómulos
se afila tu nariz de asfixia, falta
a tu lengua el aire.
de la tribulación, hasta los pómulos
se afila tu nariz de asfixia, falta
a tu lengua el aire.
Y la sal en granitos de tus dientes
es mas sed en tu boca que abre tímida
ayuda a tu alentar de nada, falta
a tu lengua el aire.
es mas sed en tu boca que abre tímida
ayuda a tu alentar de nada, falta
a tu lengua el aire.
Nube de acabamiento da a tus ojos
frío de muerte reduce a témpano
tu mirar, y no miras te derramas
agua de llanto.
frío de muerte reduce a témpano
tu mirar, y no miras te derramas
agua de llanto.
La tortura va desmayando dentro
de ti palomas negras y tus tímpanos
reventados no oyen, te derramas
agua de llanto.
de ti palomas negras y tus tímpanos
reventados no oyen, te derramas
agua de llanto.
Menguante de tu sien que medra y pugna
bajo el pelo lluvioso, con el palpito
hundido, te busca y no te encuentra
en tus sentidos.
bajo el pelo lluvioso, con el palpito
hundido, te busca y no te encuentra
en tus sentidos.
Flexible y anillada, tu palabra,
cintura en movimiento, como el cálamo
del cetro quedo rota y no te encuentra
en tus sentidos.
cintura en movimiento, como el cálamo
del cetro quedo rota y no te encuentra
en tus sentidos.
¡Gusano de escarlata el astro labio
de Dios y labio de los hombres! ¡Cáñamo
perfumado el que ahora suda gota
de moribundo!
de Dios y labio de los hombres! ¡Cáñamo
perfumado el que ahora suda gota
de moribundo!
El cáliz del vacío no se aparta
de tus fauces sedientas y el liquido
de tu sangre lo desborda, vino
de moribundo.
de tus fauces sedientas y el liquido
de tu sangre lo desborda, vino
de moribundo.
La cadena encendida de las dalias
te ciñe en la penumbra de los párpados
a la desolación de la primera
hora de espinas.
te ciñe en la penumbra de los párpados
a la desolación de la primera
hora de espinas.
El latón fino de tu pie en el suelo,
alianza sin sandalia con lo mínimo,
abre el camino de la cruz que ahora
es salvavidas.
alianza sin sandalia con lo mínimo,
abre el camino de la cruz que ahora
es salvavidas.
Y la raíz en la lucha de tus manos
retuerce como garfios sus diez pálidos
dedos asidos al madero que ahora
es salvavidas.
retuerce como garfios sus diez pálidos
dedos asidos al madero que ahora
es salvavidas.
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